viernes, 20 de enero de 2012

No tengo miedo

En la mesa el café ya no humea y lo único que recuerdo de esta tarde es el viento frió que agitaba tu cabello y que de alguna forma me hacia pensar en dios y su crueldad; mis lagrimas son dos surcos sucios que atraviesan mi rostro, nadie se da cuenta del polvo de mis zapatos, ni de la sangre seca que mancha mi camisa, el labio roto aún me late, pero el miedo ya no esta, se ha perdido en este enorme mar azul, se la han comido sus olas a bocanadas, esta muerto, hundido en lo más hondo del mar, ahora solo esta escrito sobre este papel con este carbón, ahora no tengo miedo.
 Y el viento sigue, este maldito viento que me quiere tumbar, que no me deja avanzar, que cuanto más aguanto más me quiere golpear, ahora que avanzo me empuja con toda su fuerza, me lastima y es justo en este momento, en este breve centímetro de tiempo que tu mano me encuentra, es justo ahora que la música debería sonar; te amo.

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